Para iniciar este largo recorrido, que no sabemos cuanto durará ni hasta donde nos llevará, quiero proponerles un ejercicio ligero y práctico que consiste en enumerar en tres pasos el rumbo que ustedes quieren darle a la página. Son los siguientes:
1. Qué comíamos cuando pequeños?, cuáles eran los platillos favoritos que se elaboraban en nuestros hogares y qué recordamos con tanto cariño ya que siempre creímos que nuestra mamá era la mejor cocinera del mundo y su comida el manjar mas exquisito?.
2. Cuál es la comida tradicional de nuestra región?
3. Por donde empezamos para hacer un recorrido por todo el país?
Quiero conocer sus comentarios para interactuar con ustedes de tal manera que cada uno de nosotros sienta propia la página.
Para empezar les cuento lo mio:
Yo nací en el barrio la floresta en Medellín, en un hogar de seis hijos, con unos padres procedentes del campo, Santa Rosa de Osos y Guatapé. Como pueden darse cuenta para alimentar ocho bocas se necesita ser un artista, mi papá lo era porque siempre fue un extraordinario trabajador que mantuvo como el decía siempre "la neverita llena". Mi mamá una mujer extraordinaria que se encargaba del cuidado de sus seis hijos, de ayudarle a mi papa en su deposito de materiales y de hacer rendir el presupuesto para que en la casa no faltara nunca nada.
Esa capacidad que demostraba mi madre como administradora empírica del presupuesto del hogar la llevaba a tener siempre recursos, como tener criadero de pollos en la casa, lo cual nos deja varias costumbres muy arraigadas en nuestro hogar. Cada vez que se vendía una tanda de pollos comíamos "tripitas fritas" con huevo y migas de arepa, desayuno muy común y los domingos pollo asado al horno con tiras de tocineta y manzana, en los dias normales no faltaban el calentado, los huevos revueltos con hogao y arepa, el arroz con huevo y la arepa con mantequilla y quesito todo siempre acompañado de una buena tasa de chocolate.
Recuerdo muy bien las tardes cuando llegábamos todos de estudiar que mi madre con mucho amor nos servía el almuerzo.Pero antes buscábamos la olla de la aguapanela, siempre refrescante y abundante. Después de calmar la sed almorzábamos fríjoles con coles y chicharrón o sudado de carne o el siempre delicioso sancocho, todo con arrocito obviamente.Los domingos en la mañana mi papá nos llevaba a mercar y comíamos salchichón con pan como desayuno y al almuerzo el famoso pollo al horno si era temporada de pollos o muchacho relleno que olía en toda la cuadra.
En el transcurso de la semana pasaban muchos vendedores ambulantes por el barrio y si tenían la fortuna de hacerlo en el momento en que estuviéramos y nos diéramos cuenta, hacían una buena venta. Sus productos eran quesito en hoja, "blanquiao", morcilla (con obispo y todo),chorizos traidos de Santa Rosa de Cabal (eso decían), arepas de chócolo, uchuvas, gelatina blanca y negra y pandequesos entre otros.
Entre las tradiciones mas comunes estaba la famosa venta de empanadas sin carne, casi siempre programadas para recoger fondos para obras sociales y el evento que mas gente congregaba cada año que era el gracioso "marranito" de diciembre.
Hasta aquí me alcanza la memoria de mi disco duro con 54 años. Espero que ustedes comenten y cuenten sus vivencias alimenticias de la época que mas lo marca a uno que es la infancia y, como les digo, con sus aportes hagamos un recorrido por el país para que mucha gente nos conozca.
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